En esta tipología se incluyen los textos académicos y divulgativos, que sin hacer explícito un proceso investigativo, dan cuenta de una observación rigurosa de un tema específico, mediante un contenido que es tratado con profundidad; es decir, con información detallada y sustentada. Los libros de ampliación del conocimiento deben llegar a una conclusión original, entendida no como un nuevo hallazgo o una invención, sino como una manera distinta de acercarse y comprender un asunto.
El número de páginas de los textos de este formato está limitado por la novedad del tema, la creatividad del autor, las recomendaciones de los evaluadores, del editor y del Consejo Editorial.